Real Hermandad de
Nuestra Señora de los Reyes
Madrid
La devoción y la imagen de la santísima Virgen de los Reyes
es un regalo que nos hizo Dios a través del santo rey
Fernando III de Castilla y de León.
Madrid
Fernando III fue un campeón de fortaleza y de santidad y fue su amor a la Virgen Santa María, de la que siempre se sintió enamorado, el cimiento de su santidad; la declaró el amor de sus amores, su señora, su reina y su dama. Dio fruto abundante de santidad allí donde Dios lo plantó. Fue considerado y tenido por santo en vida y después de su muerte. Mucho antes de que la Iglesia lo reconociese oficialmente fue venerado y canonizado por su pueblo. Santo en su propio ambiente cumpliendo heroicamente todos sus deberes humanos y sobrenaturales.
Fue hijo de la reina doña Berenguela de Castilla y el rey don Alfonso IX de León. Su madre fue una gran reina y una santa mujer, sabia y prudente en el gobierno y que supo educar a su hijo y sucesor a la corona de Castilla. Doña Berenguela de Castilla fue el ángel tutelar de su hijo; la hija de Alfonso VIII, el de las Navas de Tolosa, había heredado la corona de su hermano Enrique I, de temprana muerte y corto reinado y pronto, en el mes de Julio de 1217, cedió sus derechos y proclamó rey de Castilla a su hijo Fernando III.
Hay un hito transcendental en la juventud del Rey de Castilla. El 27 de noviembre del año de gracia de 1219 en el Real Monasterio de las Huelgas de Burgos, Fernando III va a recibir la investidura y después de velar sus armas será armado caballero.
La ceremonia fue para el joven Rey una reafirmación de su entrega a Dios, al Señor Jesús y a la Virgen María. A su servicio puso su espada, sus reinos y su propia vida; quiso ser capitán de Cristo Jesús y alférez de Santa María.
El joven rey contrajo matrimonio con doña Beatriz de Suabia en la Catedral de Burgos en 1219. Doña Beatriz fue esposa amante y muy amada; compartió con el rey sus virtudes y su amor a Santa María.
En el Alcázar de Toledo en 1221 nació el primogénito y heredero Alfonso X el Sabio, el autor de las Cantigas en honor de Santa María de los Reyes. Al enviudar don Fernando volvió a casar con doña Juana de Ponthieu en 1237. De ambos matrimonios nacieron quince hijos. También el Montesino como ejemplo de santidad seglar fue buen esposo y buen padre.
El santo Rey siente una inspiración divina, un llamamiento para terminar la obra de sus antecesores de reconquistar las tierras invadidas y restaurar la Fe cristiana de la antigua Hispania visigoda.
El capitán de Cristo y alférez de Santa María de los Reyes convoca las Cortes y hace venir a Toledo a nobles y prelados, a los grandes maestres de las órdenes militares, a caballeros y vasallos y puesta su confianza en el Dios de las batallas decide dirigirse hacia al-Ándalus Don Fernando tiene entonces veintitrés años.
El Rey estará siempre en primera fila, lo inspecciona y dirige todo y luego sacrifica su sueño y su descanso para dedicarse a la oración. Alguna vez, agotado, siente la tentación de descansar y para no caer en ella descuelga el crucifijo de su tienda de campaña y lo pone tendido sobre el lecho. Conquistada Jaén, cerca y conquista la importante ciudad de Córdoba; el día de San Pedro y San Pablo de 1226, se entrega la histórica capital del Califato; el Rey no permite el saqueo y deja marchar con sus bienes a los que así lo desean.
Sevilla está ya cerca. Una sublime visión tendrá el Santo en este cerco de Sevilla; la misteriosa visita o aparición de Santa María Nuestra Señora, vestida de reina y con Jesús niño como rey de reyes sentado en sus rodillas y sostenido entre sus brazos, ¡la Virgen de los Reyes!
San Fernando se propuso con el mayor empeño y vehemencia, conseguir una reproducción escultórica de la visión que había tenido de Nuestra Señora. Es probable que distintos imagineros recibieran este encargo, pero ninguno conseguía reflejar fielmente lo que el Santo deseaba.
¿Acertaron unos imagineros germanos que se presentaron en el campamento o le envío la imagen su primo el rey san Luis con quien intercambiaba imágenes de Nuestra Señora? Sevilla ha tenido siempre otra explicación: “la hicieron los ángeles”. Dos escultores se presentaron al rey Fernando ofreciéndose a hacer el trabajo y pidiendo una tienda en el campamento donde nadie les molestara. Allí les dejaron con unas cuantas provisiones y cumplido el plazo señalado, acudió a la tienda el Rey impaciente, se postró ante la imagen y exclamó: “ésta es”. Los misteriosos personajes habían desaparecido.
La reina doña Juana, que al igual que doña Beatriz visitaba a su esposo durante las contiendas, se preocupó en los campos de Tablada de vestir con ricos brocados y tocas de encaje al igual que una reina a la Reina de los Reyes. San Fernando habilitó la mitad de su tienda para colocar la sagrada Imagen. Aprendió lo que había oído en aquella visión de los labios de la Virgen Santa María. Yo soy la reina de los reyes y los reyes reinan por Él, “per me reyes regnant”.
La situación de la ciudad cercada se va haciendo insostenible, pero se prolonga el cerco. La ciudad aún se abastecía de lo más necesario a través de un puente de barcas desde Triana. San Fernando ordena venir a la flamante escuadra de Castilla al mando del almirante Bonifaz; se acercan las naves por el Guadalquivir con gran peligro por el ataque cruzado desde las dos orillas. San Fernando, postrado ante la Virgen de los Reyes, pide su intercesión. De pronto se levanta un viento poderoso e inusual que hincha las velas y con fuerza prodigiosa las naves del almirante derriban el puente. Es la primera acción naval de la escuadra de Castilla. El cerco está cerrado y Sevilla se rinde y se entrega a san Fernando el día de san Clemente de 1248. La Santa Cruz y los pendones cristianos ondean en el Alcázar. El Santo retrasó unos días la entrada en la ciudad dando tiempo al Rey y a sus nobles a preparar el destierro.
Fernando III entró por la puerta real y dice la tradición que al entregar las llaves llevaba más lujo el rey vencido que el rey vencedor. Cuando el primero se puso de rodillas para rendirle homenaje, el Santo le levantó y estrechó entre sus brazos. Después recibió las llaves y las colocó a los pies de la imagen de la Virgen de los Reyes a la que ofreció la ciudad como su verdadera conquistadora. Inmediatamente hizo consagrar la mezquita para dedicarla a catedral donde luego dejó depositada la venerada imagen de Nuestra Señora. A sus pies dispuso ser enterrado y allí permanece su cuerpo incorrupto en una artística urna.
Los fines principales de nuestra hermandad son el culto a Dios y a Nuestra Santísima Madre, la Virgen de los Reyes. El amor a la Virgen Santa María, quererla, darla a conocer, servirla, sentirnos capitanes del Señor Jesús y alféreces de Santa María, igual que San Fernando que es como nuestro fundador practicar la caridad fraterna con los más necesitados, procurar la unidad entre los hermanos, rezar por España y por su recristianización, rezar por la Iglesia española, defender la fe católica y la moral evangélica, ser como el Santo rey heraldos de Santa María. Que el amor a la Virgen y al Rey de los Reyes llene nuestras vidas. La Virgen de los Reyes inspiró a san Fernando la recristianización de los pueblos, las tierras y las almas. La hermandad debe sentirse heredera de esta sublime misión. Así sea.
Según los testimonios de los antiguos hermanos, se fraguó la idea de fundar una hermandad y dar culto a la Virgen de los Reyes en Madrid un 15 de agosto después de la procesión de la Virgen de los Reyes en Sevilla. Fue la iniciativa de un grupo de sevillanos que residían por entonces en la Capital. Se aprobaron las primeras reglas, se colocó en los inicios un cuadro y después una imagen del famoso escultor Coullaut Valera y se estableció canónicamente en el oratorio de Caballero de Gracia de la Villa y Corte.
En su edición de la mañana del domingo 26 de febrero de 1928 el periódico ABC informaba: “Ayer tarde se constituyó en la capilla de la calle del Caballero de Gracia la Hermandad de la Virgen de los Reyes, filial de la de Sevilla”. Gracias también a esta reseña conocemos la composición de su primera junta directiva presidida como hermano mayor por don Francisco Javier García de Leániz con el marqués de Sancha como teniente hermano mayor y siendo don Pedro Fernández Latasa el director espiritual. Figuran en ella como conciliarios (sic) conocidas personalidades de ascendencia andaluza como Torcuato Luca de Tena y Álvarez Osorio a la sazón director de ABC, el presidente del Círculo de Labradores Luis Benjumea, el escritor portuense Pedro Muñoz Seca, el pintor cordobés Julio Romero de Torres y el escultor Coullaut Valera. Los estatutos se decían inspirados en los de la Asociación de Fieles de Nuestra Señora de los Reyes de Sevilla a la que igualmente se asemejaban los cultos internos.
Lorenzo Coullaut Valera (Marchena, 1876 – Madrid, 1932) fue el autor de la primera talla de la Virgen de los Reyes para la hermandad que se entronizó en un altar del oratorio del Caballero de Gracia situado en la madrileña calle del mismo nombre paralela a la Gran Vía. Gracias a la generosidad del cofrade madrileño Enrique Guevara, disponemos de fotografías de esta imagen que probablemente era de tamaño algo inferior a la original sevillana.
Dada la advocación de su imagen titular, la nueva corporación pretendió desde el primer momento una estrecha vinculación con la familia real. Así en su reunión fundacional se decidió nombrar hermanos mayores perpetuos a Sus Majestades los Reyes, al Infante don Carlos de Borbón y a su esposa la infanta Luisa de Francia (abuelos del rey don Juan Carlos). También recibían esta distinción el arzobispo de Sevilla, el obispo de Madrid-Alcalá, el marqués de Estella, Miguel Primo de Rivera que encabezaba en ese momento el Directorio que gobernaba España y el conde de Guadalhorce, Rafael Benjumea, ministro de Fomento.
Durante la República, la hermandad comienza una etapa de decadencia; las noticias en la prensa sobre la corporación se limitan a la reseña de funerales por los hermanos fallecidos, lo que indica, que, aunque languideciente, la hermandad siguió con vida interna en su sede fundacional de la calle Caballero de Gracia. El golpe definitivo lo constituyó la guerra civil durante la que la iglesia fue asaltada desapareciendo la talla de Coullaut Valera y el archivo y enseres de la hermandad.
Sin imagen titular, con los reyes en el exilio y con varios de sus fundadores fallecidos, la hermandad queda prácticamente extinguida.
Después de la guerra, se reorganiza la hermandad gracias al esfuerzo de ilustres sevillanos, algunos relacionados con los antiguos fundadores, y de otros devotos de la Santísima Virgen.
Ante la falta de imagen a la que rendir culto, se consigue mediante el sacerdote sevillano Rafael Salas una gran fotografía de la Virgen de los Reyes de Sevilla “en un hermosísimo marco dorado” que se instala en la misma capilla fundacional en 1942 con la aquiescencia del rector de la iglesia, don José María Muñoz Sánchez. Ante este cuadro se empieza a rezar una Salve todos los sábados, organizándose en 1943 una novena.
Por las reducidas dimensiones del altar en el que la hermandad había residido desde 1928, la corporación decide en 1945 su traslado a la Catedral de San Isidro coincidiendo con el encargo de una talla de tamaño natural de la Virgen de los Reyes. Para ello se contacta con Antonio Castillo Lastrucci, entonces en la cúspide de actividad y prestigio por su obra para cofradías y hermandades de toda España. La función de bendición de la Virgen y de inauguración de su capilla y altar en San Isidro se concelebró en la tarde del viernes 24 de enero de 1947 por Monseñor Eijo Garay, obispo de Madrid-Alcalá y por el catedrático de su seminario, Alejandro Martínez Gil.
Desde su fundación la hermandad no contemplaba la salida procesional de su imagen titular. Consta, sin embargo, que, en 1954, con ocasión del Año Santo Mariano, la Virgen de los Reyes de Madrid culminó sus cultos con una salida extraordinaria por los alrededores de la catedral de San Isidro. En concreto la salida se efectuó el domingo 13 de junio a las ocho y media de la tarde a la finalización del último día de su novena.
En los años setenta se produce una revitalización de la hermandad gracias a la acción de varios hermanos. En 1975 la junta de gobierno rectora estaba presidida por el abogado, escritor y periodista José María del Rey Caballero que ocuparía el cargo hasta su fallecimiento en 1987. El teniente de hermano mayor sería Antonio de León, recientemente fallecido, el secretario sería un superviviente de la época re-fundacional, don Andrés Díaz Perelló y como vicesecretario encontramos a don Fernando Claro Abrial, padre de nuestro actual hermano mayor don Pedro José Claro Casado. La hermandad seguía distinguiéndose por contar en sus filas con destacados personajes de la vida cultural y social. Así entre los consiliarios de esta junta encontramos al novelista Manuel Halcón, al historiador y político Jesús Pabón y Suárez de Urbina o al ex ministro Pedro Gamero del Castillo.
En 1998 tras el fallecimiento de José María del Rey Villaverde, el cargo recayó por aclamación en Miguel Bermudo Ercilla, también con familiares directos muy involucrados en las cofradías sevillanas, que sabría compaginar la veteranía de varios hermanos y benefactores con la entrada de nuevas generaciones. En esa su primera junta de gobierno contaría con Carlos Sainz de Vicuña, que iría asumiendo más responsabilidades desde su cargo inicial de vicetesorero ayudando a Mateo Prado hasta constituirse como secretario en pilar insustituible en la actualidad.
Fue providencial para el actual florecimiento de la hermandad el nombramiento como director espiritual de la misma de Monseñor Camilo Olivares Gutiérrez, prelado de honor de Su Santidad, capellán real y canónigo de la Catedral de Sevilla. Don Camilo es además desde hace varias décadas director espiritual de la Hermandad del Gran Poder de la ciudad hispalense.
Siguiendo la tradición de la presencia en la real hermandad de los descendientes de san Fernando, fueron recibidos como hermanos de honor imponiéndoles la medalla, su majestad doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans, a la sazón, Reina Madre, la princesa de las dos Sicilias doña Inés de Borbón, los condes Zamoyski-Borbón, y el duque de Parcent. Así mismo en el año 2005 es nombrado primer hermano custodio, el eminentísimo y reverendísimo señor cardenal Fray Carlos Amigo Vallejo, que como buen franciscano no acepta títulos de honor. Son hermanos mayores honorarios el marqués del Moscoso, gran benefactor de la hermandad, y el que fuera hermano mayor, don Miguel Bermudo de Ercilla. Son también hermanos de honor, don Juan Carlos Guerra Zunzunegui, ex vicepresidente del senado, el académico don Santiago Castelo, don Manuel Fanjul, capellán superior de la Orden de Malta y director de publicaciones de la Conferencia Episcopal y los párrocos del Buen Consejo y rectores de la Real Colegiata, don Eduardo Herrero y don Ángel Miralles.
Una de las principales inquietudes de don Camilo es atraer al seno de la hermandad a jóvenes madrileños con los que se está formando una “guardia de honor de la Virgen” que en los actos de la hermandad luce una media capa con los colores y el escudo de nuestra Señora.
Director Espiritual | Rvdo. P. D. Ángel Luis Miralles Sendín |
Hermano Mayor | D. Pedro José Claro Casado |
Teniente de Hermano Mayor | D. Mario Cervigón Fernández |
Mayordomo primero | Dña. María del Pilar González del Valle |
Secretario primero | D. Carlos Sainz de Vicuña Balmaseda |
Secretario segundo | D. Ignacio de los Heros Abril |
Tesorero | Dña. Asunción Villegas Castrillo |
Vicesecretario | D. Ceferino Vázquez de Padura |
Vocal | Dña. María Luisa Llorente Rosillo |
Vocal | Dña. Olga María Salvat Ojembarrena |
Vocal | D. Antonio Donoso y Donoso |
Año | Nombre |
---|---|
1928 | D. Francisco Javier García de Leániz |
1940 | D. Pedro Campillo de Blas |
1944 | D. Antonio Gamero Martín |
1960 | D. José María Martínez Sánchez-Arjona | 1975 | D. José María del Rey Caballero |
1987 | D. José María del Rey Villaverde |
1998 | D. Miguel Bermudo de Ercilla |
2010 | D. Pedro José Claro Casado |
La sede canónica está en la Real Colegiata de San Isidro, en la calle Toledo de Madrid. La capilla es la situada junto a la puerta de entrada en el lado de la epístola. La imagen de Nuestra señora es obra de Antonio Castillo Lastrucci, quien realizó una interpretación dulcificada de la talla gótica de la patrona de Sevilla.
En 2006 el profesor Joaquín Cruz Solís realizó con cariño y esmero la restauración de nuestra amadísima titular. Terminada su tarea se llevó la imagen al convento de las camareras de la Virgen, las hermanas de la Cruz en la calle Rey Francisco. Se organizó el recibimiento en la Real Colegiata de San Isidro colocándola primero varias horas iluminada y rodeada de flores a la izquierda del atrio, nada más subir las escaleras y después entró procesionalmente en la iglesia donde la esperaban el clero y la hermandad.
Las Hermanas de la Cruz son las camareras de la Virgen de los Reyes en Madrid y en Sevilla. Sor Ángela se refiere a ello en algunas de sus cartas, reflejo de la profunda devoción que tenía a la Patrona de Sevilla:
"Estuve el miércoles muy cerca de nuestra Santísima Madre de los Reyes; inspira mucha devoción y respeto, aunque se esté vistiendo… Le he pedido por todas nosotras, nos cubra con su manto y nos alcance las virtudes propias de una Hermana de la Cruz"
La hermandad celebra misa todos los terceros jueves de mes en el altar mayor de la colegiata, al final de la cual se realiza procesión claustral a su capilla, donde se canta la salve, se solicitan las tres gracias a Nuestra Señora y se acoge el juramento de los nuevos hermanos. La procesión cantando se inicia con el guion de la hermandad, sigue el grupo joven los días que pueden acudir con las medias capas como guardia de honor, después los hermanos con varas y por último el Preste revestido y acólitos con incienso. Al finalizar se tienen unos gratos momentos de convivencia en un local cercano lo que refuerza los vínculos de fraterna amistad.
En el mes de mayo se dedica un triduo a la Virgen que culmina con la función principal de instituto en la mañana del domingo, vistiendo un buen número de hermanas la tradicional mantilla blanca. Como actos formativos se practican ejercicios espirituales durante la cuaresma y otras conferencias. Dentro de su modesto presupuesto, la hermandad no descuida las obras de caridad que vehicula a través de diversas instituciones como el Cottolengo del Padre Alegre, las Hermanas de la Cruz o Cáritas parroquial.
Entre los actos promovidos en estos últimos años por la hermandad destacamos la conferencia pronunciada por el cardenal de Sevilla, don Carlos Amigo Vallejo sobre “La Virgen de los Reyes en Madrid” en la Universidad Pontificia de Comillas el 14 de enero de 2005 con motivo del LX aniversario de su reorganización. Más recientemente ha organizado la hermandad diversos actos relacionadas con la canonización de Madre María de la Purísima de la Cruz, que culminaron con un triduo extraordinario y solemne celebrado dos días en la Real Colegiata y el último en la Catedral de la Almudena; fueron presididos por el cardenal Amigo Vallejo, el arzobispo castrense don Juan del Río y el arzobispo de Madrid, don Carlos Osoro con la presencia destacable de las superioras generales de las Esclavas del Divino Corazón y de la Compañía de la Cruz.
Enero | Día 18 | 20,00 horas |
Febrero | Día 15 | 20,00 horas |
Marzo | Día 21 | 20,00 horas |
Abril | Día 18 | 20,00 horas |
Triduo Mayo | Día 24 | 19,45 horas |
Triduo Mayo | Día 25 | 19,45 horas |
Función ppal. Mayo | Día 26 | 13,00 horas |
Junio | Día 20 | 20,00 horas |
Julio | Día 18 | 20,00 horas |
Agosto | ______ | ___________ |
Septiembre | Día 19 | 20,00 horas |
Octubre | Día 17 | 20,00 horas |
Noviembre | Día 21 | 20,00 horas |
Diciembre | Día 19 | 20,00 horas |